A veces, cambiar de opinión es crecer, es permitirnos abrir nuevas puertas cerrando antes otras a nuestra espalda para avanzar con mayor competencia y seguridad. Y nada de eso es malo ni nos hace peores personas, todo lo contrario.
Si no oponemos resistencia a las complejidades de la vida, surge la aceptación, a través de la cual permitimos que la realidad del presente sea tal cual es, sin oponernos a ella, reconociendo a la realidad, sintonizando con ella. “La aceptación es una puerta mágica que se cierra a los problemas…