Estamos acostumbrados a hacernos listas interminables de cosas que consideramos imprescindible cumplir para nuestra vida. Muchos de nosotros antes de dormir repasamos las listas y añadimos cosas a las que se han quedado sin tachar, así que ya nos vamos a descansar con un nivel alto de ansiedad y presión que nos lleva a levantarnos ya por la mañana agotados.
Todo es urgente y fundamental pero,¿hacemos alguna vez una lista de cosas importantes para nosotros, para nuestro bienestar?
¿En qué momento de nuestros horarios dejamos huecos para un paseo por el campo o por un parque cercano simplemente respirando y siendo conscientes del cambio de las estaciones, de los colores de los árboles, de la luz, sin pensar en nada más, encontrando la paz mental?
¿Buscamos un rato para charlar con nuestra familia, pareja, amigos?
Si tenemos hijos, ¿somos capaces de encontrar esos momentos en los que les dediquemos nuestra atención plena, sin hablar de estudios, ni reproches, ni temas educativos, sin sentirnos madres/padres en esos momentos haciéndoles ver lo importantes que son para nosotros?.
Todos necesitamos tener una lista alternativa, la de nuestros deseos, no hace falta que sea muy larga, ni que sean grandes cosas, empecemos por lo que es más inmediato y fácil: una tarde de paseo, una conversación agradable, una cenita, una película, un libro..solos o acompañados. ¡Cada uno sabe lo que llena su mochila de energía y fuerza!
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